La humanidad no puede vivir una vida mejor, que en harmonía con su entorno natural y verdadero.
Desafortunadamente, a lo largo de los siglos varias fuerzas, religiosas o territoriales y, más recientemente, las fuerzas industriales se empeñaban o siguen empeñándose para convencernos, y a si mismos, que el ser humano es superior al resto de la naturaleza, por lo que ésta estaría a nuestra disposición, sólo para ser explotado a nuestro antojo y frecuentemente en el nombre de un creador, un emperador o de la economía.
En el último siglo, específicamente las fuerzas industriales nos insisten desde el nacimiento que siempre queremos y necesitamos más (cosas materiales - "stuff") para ser 'felices': más comida y ropa, mejores casas, coches más grandes, más belleza, más comodidad, más lujo, más seguridad, más 'viviencias', etcétera. Tratan de convencernos que podamos alcanzar esta 'felicidad' a través de posesiones y 'cosas' inventadas y artificiales que se compran. Quieren reducir la esencia de la vida humana basicamente a nadamás que encajar en el sistema de esta filosofia, para que todos seamos buenos consumidores.
A las fuerzas industriales no les importa explotar los recursos naturales hasta agotar y destruirlos. Incluso hasta les viene bien. Porque quien aún sabe disfrutar de la naturaleza no necesita mucho más para ser feliz. En ese sentido la naturaleza misma puede incluso ser considerada como un especie de 'competencia' por parte de la gran industria .
Sin embargo, un Progreso Humano real y duradera a largo plazo (de muchas generaciones) sólo puede emerger en armonía con la naturaleza y en conexión profunda con nuestras raíces ancestrales. Los líderes de las artifiales instituciones dominantes de la sociedad moderna (países, bancos y multinacionales) no quieren saberlo o entenderlo, porque, de hecho, han sido específicamente educados y seleccionados para únicamente entender y seguir ciegamente los conceptos del 'crecimiento industrial' y el 'máximo beneficio para los accionistas' (al que por cierto están obligado por ley).
Afortadamente hay cada vez más personas comunes y collectivos, que saben reconocer la auténtica esencia humana y que quieren difundir esta conciencia para construir poco a poco un nuevo modelo de sociedad, hasta que el modelo viejo se quede obsoleto, plasmando así el sabio dicho de Buckminster Fuller.
Una iniciativa prometedora ha sido tomada por la abogada Polly Higgins de Escocia y otros en todo el mundo, incluyendo el ex juez Baltasar Garzón de España, para tratar de convertir el Ecocidio en el quinto crimen contra la humanidad. A continuación un extracto del documental "Abogada de la Tierra" de Tegenlicht de la cadena holandesa VPRO.
Si la humanidad quiere alcanzar el próximo siglo, ya es hora de dejar de destruir el planeta como lo hemos estado haciendo en los últimos milenios y más específicamente en siglo pasado. Bajo el punto de vista de Human Progress mismo, en realidad, ¡deberíamos empezar a pensar ya en Recuperación, más que sólo Sostenebilidad! Quedarnos meramente en la Sostenibilidad habría podido valer en, digamos, los años sesenta, pero parece que ya no sería ni suficiente a estas alturas.
Una ley internacional contra el Ecocidio sería un gran primer paso en esa dirección.
Sencillamente unos vídeos para volver a recordar y concienciarnos de la belleza de la naturaleza y nuestro planeta, imposible de superar por cualquier creación artificial por parte de industrias o tecnologías.
¡Incluso la belleza y la dinámica de la naturaleza no-viva de nuestro planeta es asombrosa!
La tierra vista desde el espacio.